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De repente, una de las razones por las que muchos empezamos a correr fue con el propósito de llevar una vida más saludable. Estos son algunos de los muchos hábitos de runners apasionados:

 

  1. Hacemos entrenamientos cruzados

Como diría Jack Nicholson en “The Shining”: “Todo trabajo y nada de juego hace a Jack un chico aburrido”. Lo mismo puede suceder con el running día tras día. Mezclar tu rutina agregando natación, ciclismo, pesas, yoga u otro deporte estimula tu mente y le da a tu cuerpo un descanso (que no le cae para nada mal) del mismo movimiento repetitivo al reclutar otros músculos, además que mantiene el entrenamiento entretenido. También, ayuda a los runners a incrementar la fuerza en el tren superior y en el core, ayudando a que mejores tu forma y eficiencia a la hora de correr.

 

  1. Somos consistentes

Si le preguntas a  cualquier corredor que gane carreras sobre su “receta secreta”, lo más probable es que te hablen de los beneficios de la consistencia. Pero, eso no quiere decir que tienes que correr todos los días. Significa establecer una rutina, inclusive una con una estructura tan libre como correr fondos los domingos, tempo los martes y usar los jueves para trabajos de velocidad. Y una vez que tengas el plan, debes seguirlo. Programa tus sesiones de entrenamiento como reuniones y ¡síguelo! Una rutina te ayudará a saber qué esperar física y mentalmente. Antes que te des cuenta, el entrenamiento y el running se volverán una parte regular de tu vida.

 

  1. Estamos abiertos a nuevas opciones

Minimalismo, maximalismo, carbo-loading, paleo, taloneo, crossfit. Todas las teorías y tendencias puede lograr que vayas en círculos. Aun así, se gana mucho prestando atención a las últimas investigaciones y productos innovadores. Claro, puedes hacer las cosas como siempre las has hecho, pero el proceso de aprendizaje que viene de probar un nuevo método de entrenamiento, correr con otro estilo de zapatillas o cambiar tu rutina, puede hacer de ti un corredor más saludable y feliz. No existe una zapatilla o forma de correr perfecta para todos pero, una variedad de opciones siempre en evolución le dan oportunidad a más personas de disfrutar del running al máximo, incluido tú.

 

  1. Dormimos bastante

Sabes que necesitas dormir más, pero simplemente no tienes el tiempo. De acuerdo a estudios recientes, dormir lo suficiente no solo ayuda con la concentración y facilita mantener un peso bajo (esos antojos de rosquitas a la 1 a.m. no es tu estómago hablando), sino que también ayuda a tu cuerpo a recuperarse del ejercicio. La cantidad de sueño necesario varía de persona en persona, pero apuntar entre 7 y 9 horas de sueño es un buen objetivo. Los power naps también ayudan, siempre y cuando no interfieran con un sólido y rejuvenecedor ciclo de sueño.

 

  1. Siempre tenemos objetivos

Entrenar para una carrera te da una estructura en forma de plan de entrenamiento. Las conjeturas salen de la ecuación y la inspiración entra. No, no necesitas tener una carrera en tu calendario en todo momento. Si las carreras no son lo tuyo, intenta explorar nuevas rutas, incrementar tu kilometraje, correr en grupo una vez a la semana o ver si puedes incrementar tu velocidad. Es difícil mantenerse atraído sin algo en el horizonte. La idea es darle propósito y energía a tu entrenamiento. Recuerda: ¡es divertido! (Y un objetivo totalmente aceptable es ganarle a tu amigo).

¿Te sientes identificado con alguno?

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