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Por Didier Saplana (Peru Runners San Borja)

Durante muchos años tuve la idea pretenciosa que sólo podía correr por la tarde, que en las mañanas me pesaban las piernas y nada reemplazaba las cenas post entrenamiento que te hinchan la barriga y te mantienen despierto hasta tarde. 

No conocía entonces a Peru Runners San Borja…

Recuerdo con emoción mi primer entrenamiento: una mañana de verano, año 2015, la alarma suena, son las 4:30AM. Salgo de la habitación medio dormido, me visto rápido, como mi plátano más rápido aún, y aprieto el botón del ascensor. Llego al estacionamiento del Pentagonito a las 4:50AM… no hay nadie. Con 10 minutos de anticipación sobre la convocatoria y 20 minutos sobre la salida, empiezo a cuestionar seriamente mi buen juicio de correr mi primer maratón este año, dando vuelta como fantasma en la oscuridad.  El gran Rafo Terrazas llegaría luego y el team se uniría pronto para iniciar un año espectacular, con llegada debajo de la puerta de Brandeburgo.

Varias temporadas pasaron para consolidar la fama madrugadora del team Peru Runners San Borja. Ese año, salimos varios grupos: 4:40AM, 4:50AM, 5:10AM. Más tarde es para los rebeldes. Tod@s con el mismo objetivo de ganar al tráfico, llenar la lonchera o llevar a sus hijos hacia la puerta del colegio. 

Son horarios sin piedad, producen fantasmas con ojos chinos, prueban tu motivación al extremo, enseñan la humildad frente a las series, las cuestas o los progresivos que por sí mismos bastarían para castigar a los fanfarrones. Los primeros regresan a las 6:00AM, los últimos a las 6:30AM. Precisos. Todos salimos recargados para enfrentar nuestros días, donde las 9AM parece medio día y las 9PM, media noche. Y donde las noches cortas eran la regla y la siesta del sábado una necesidad.

Iniciamos mayo 2020: vamos cerca de 10 semanas en cuarentena… y nunca he dormido tan bien. El home training nos hace mover en horarios distintos, en forma distinta y castiga nuestro cardio. Ni quiero ver mis pulsaciones ya que subir la escalera cansa…

¡Pero qué rico es dormir 8 horas diarias, un lujo en cualquier otra época!

¡Qué rico perderse las madrugadas!

¡Qué rico ganarse los sábados!

Y, lo mejor de todo, con la conciencia tranquila del internauta curioso después de escuchar exponer al brillante Matt Walker en su TED Talks: https://www.ted.com/talks/matt_walker_sleep_is_your_superpower#t-3810 

Pero qué horarios para el día después de mañana ¿?

Buena noticia: el Home Office está para quedarse, en forma definitiva o parcial, los horarios flexibles también, liberándonos del tráfico y de la rutina laboral. 

Sueño correr a las 4 de la tarde, en una Lima sin peligros al volante, pero llena de ciclistas que nos disputan el paso en las ciclovía. Sueño correr en invierno a mediodía, cuando el frío se haga menos cruel y las pistas resbalen menos. Sueño volver a escalar el cerro llevando a La Molina corriendo al medio de la pista, a las 10 de la mañana. Sueño volver a correr día y noche por el malecón de Barranco sin preocuparme de los asaltos…  

Much@s seguirán con la preparación de las loncheras, que congestiona la ventana horaria de las 7AM; sin embargo, el día después de mañana debe ser la oportunidad de reinventarnos y cambiar los chips que se congelan con el paso aburrido de las rutinas. 

Cuales sean sus nuevos horarios, estoy seguro de que estaremos corriendo pronto, separad@s al inicio, pero luego unidos tod@s, y sólo quedarán los lazos que nos unen en compartir esos momentos mágicos que nos congelan de miedo en las partidas y sueltan nuestras alegrías en las llegadas… y nos dejan emociones para toda la vida.

Un fuerte abrazo.

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